¿Cómo contribuyo yo, que no trabajo en el área de CI…

… para mejorar la comunicación interna de mi empresa?
Establecer las notas que vamos incorporando en el blog en formato de preguntas frecuentes puede resultarles útil y práctico. Es el reflejo de nuestra gestión: la practicidad que trae soluciones profundas a problemáticas complejas, de un modo sencillo y aplicable.
Hoy vamos a escribir sobre un tema que está siendo recurrentemente consultado por nuestros clientes.
Para esto vamos a retomar brevemente la génesis de esta cuestión: la falta de presupuesto que caracteriza al área de CI y el manejo inteligente y eficiente de los mínimos recursos que pueden ser adjudicados al sector.
Se desprende de esto una obviedad: si hay un solo empleado designado para cubrir las necesidades comunicacionales de la compañía, si o si, va a necesitar de la colaboración de los «n» empleados que la conforman.
O dicho desde otra perspectiva: si un empleado «x» considera que la CI de la empresa en la que se desempeña debe mejorar, no puede trasladar esa responsabilidad únicamente al responsable de CI, sino que tiene que tomar cartas en el asunto.
¿Pero cómo empezar?
Lo ideal sería organizar una reunión con el encargado de las CI para que se pueda capitalizar la experiencia y replicarla en otros sectores de la organización.Y pensar juntos en una iniciativa de aplicación sencilla, que reúna la mejor ecuación costo humano-beneficio organizacional. Ésta es una ventaja de nuestra disciplina: la imaginación, la creatividad y la adecuación de un objetivo determinado a un target específico por vías no convencionales, muchas veces pueden mas que un presupuesto abultado.
Una buena idea puede ser la de organizar un comité interdisciplinario de colaboradores que estén dispuestos a dedicar un poco de su tiempo para dar forma al proyecto. Esto involucra, compromete y genera adhesión, además de ser sinérgico e integrador. Y, quien lo diría, puede instituirse en la usina desde la cual se extrapole el proyecto a otras áreas.

La mayoría de las redes de referentes internos que surgieron en el mercado corporativo nacieron de una actitud colaborativa y solidaria de sus integrantes. Bajo la coordinación del encargado de CI, muchas veces generaron un impacto institucional superior a la suma de sus miembros.
El «debrief» de este breve texto debería ser el siguiente: la cocreación o coparticipación coordinada es la mejor metodología para ver reflejada en hechos la diversidad y multiplicidad de ideas proactivas que se encuentran latentes en toda organización.
Por Vanina Wild – vanina.wild@vectorc.com.ar

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