¿Y por qué no hacemos un video?
El medio audiovisual se está usando cada vez más en comunicación interna y de hecho puede ser un excelente vehículo para generar impacto. Si está incluido estratégicamente en el ecosistema de medios, un video es capaz de traer beneficios insospechados, empezando porque dada la actual “cultura de la imagen” será una forma de lo más efectiva para captar la atención de casi cualquier audiencia.
“Cada año producimos un video para la fiesta de fin de año. Y para fin de 2014 renunciamos incluso a mostrar un mensaje corporativo explícito, apuntando en cambio a hacer algo divertido. Todos los colaboradores tuvieron su oportunidad de participar de la filmación, y luego la pasaron genial viéndose. En definitiva, el audiovisual tuvo un éxito rotundo y terminó transmitiendo nuestra cultura de forma implícita”, cuenta la gerente de comunicación de uno de nuestros clientes.
Pero, ¿qué función puede cumplir un video en la comunicación interna? Veámoslo a partir de algunos ejemplos. Un video puede motivar (www.youtube.com/watch?v=WC1b643jt0Y); puede comunicar logros e hitos (www.youtube.com/watch?v=pdtTN9FPr-o); también introducir a la historia de una empresa (www.youtube.com/watch?v=SVNUGyAEyvQ) ; comunicar misión, visión y valores (https://www.youtube.com/watch?v=5uJCb7DBxXE); transmitir un mensaje específico (www.youtube.com/watch?v=xkKwLq8rR8Y) o simplemente generar integración, divirtiendo (https://www.youtube.com/watch?v=lZGzvS7rJIk).
Sin embargo, no se trata de hacer un video “porque sí”, ni “como sea”, ni “con lo que hay”. Clara Narbais, productora y editora de audiovisuales para Vector C, nos cuenta cuáles son las cinco claves para el éxito de un video:
- Hace falta un guion. Tener por escrito y de antemano qué se va a incluir y qué no, sin perder el objetivo de lo que se quiere transmitir.
- Elegir muy bien al socio estratégico. Buscar un equipo de profesionales que sea capaz de ponerse la camiseta de la compañía durante el tiempo de producción y agregar valor desde su expertise.
- Confiar en el propio criterio creativo. Luego, los expertos sabrán cómo traducir esas ideas al lenguaje audiovisual.
- Tener en cuenta que se trata de una inversión. Lograr los objetivos de comunicación interna y acercarnos a la aspiración de convertir a nuestros colaboradores en verdaderos agentes de cambio, no tiene precio. Por eso una campaña de alto impacto es siempre una inversión (además de que en un video lo escatimado se nota).
- Menos es más. Un video corto es la mejor herramienta para causar una buena impresión sin aburrir. De ahí que ante todo deba ser claro, conciso y al grano.
“En general, el cliente sabe lo que quiere comunicar. El objetivo está claro, pero no el ‘cómo’. Por eso hay que trabajar el guión en conjunto para llegar a una alternativa viable”, explica Andrés Olivera, realizador audiovisual del equipo de Vector C. Y agrega: “el tiempo es un factor importante para la creatividad y la producción. No se puede aspirar a algo muy bueno en pocos días”.
“¿Actor o empleado?”, se pregunta Andrés Olivera. “Si el video es para uso interno, es mejor que un empleado tome lugar del actor, porque así sentirá el video como propio, para lo cual una buena opción es organizar una especie de casting interno. Tal vez no siempre estén a la altura, pero pueden llegar a sorprender. Y si al colaborador le gusta actuar, entonces lo mimamos”, concluye.