Latir para mantener el calor: comunicación interna y propósito corporativo

Laura Verazzi está explorando hace un buen tiempo a través de sus libros, artículos en revistas especializadas, charlas, formaciones y debates, la relación entre la comunicación interna y el propósito corporativo, uno de los temas centrales en las agendas de los directivos. Para sumar un pasito más en este camino de aprendizaje sobre el tema, le hemos pedido que nos regalara el siguiente artículo: ¡esperamos que lo disfrutéis!

 

Hace poco, en un debate online organizado por el equipo de #DialogusCI me encontré moderando uno de los encuentros. En este caso, el tema era “propósito corporativo y comunicación interna”. Si bien se dijeron todo tipo de cosas, partimos desde una base común: el propósito es la razón, la causa o la creencia que nos impulsa como organización (el “porqué”) y que, por lo tanto, está íntimamente relacionado con la comunicación interna.

¿Interesante o qué? Sigamos. Para ahondar en esta relación habrá que pensar a la comunicación interna como un condicionante: solamente gestionando comunicación interna es posible que esa razón o causa sea compartida por todas las personas que forman parte de una empresa. En otras palabras, el propósito estará ahí siempre (porque necesariamente hay uno), pero solamente estará guiando las acciones de la organización si se lo ha comunicado correctamente.

Y me permito subiros la apuesta. Si no se lo comunica, en la mente de las personas ese propósito no existe. Recordemos que nuestro trabajo interviene en la percepción de las realidades. Ya sabemos que la comunicación interna tiene una suerte de función epistemológica, es decir, que las personas tienen acceso a la realidad en la organización a través de los discursos generados por quien ocupe el rol de comunicación y, a la vez, por el resto de las personas que componen la empresa (Cuenca y Verazzi, 2020).

Pero volvamos a la idea de que (como decíamos unas líneas más arriba) todas las empresas tienen un propósito. Esto es así aún cuando ellas no tengan conocimiento de ello. Si esto último fuera el caso, será importante colaborar desde el área a “la memoria” o a la búsqueda consiente de este porqué ya que suele estar escondido en algún lugar de su origen o en algún hito clave. Para que, una vez que lo encontremos, o lo re-encontremos, o lo recordemos, podamos darle forma. Hacerlo cercano. Conectarlo con las personas.

Lo que buscamos es que la organización se comprenda a sí misma desde el “porqué” en lugar de hacerlo desde el “que”. Y, más aún, lo que buscamos es convertir el “porqué” en un relato guía, un relato motivante, un relato de conexión. Convertirlo en nuestra historia compartida y en nuestra brújula de cara a las decisiones por tomar.

Cuando nos referimos a una historia compartida no estamos evocando a un mito o un relato de ficción ni nada por el estilo, estamos pensando en un relato ontológico. Así como los discursos y las palabras dan forma a nuestra realidad, como humanos, los relatos nos dan un sentido de la existencia. Bueno… como empresas, funcionamos igual. Este relato ontológico, este existir por un propósito, tiene que ser nuestra razón en el mundo, nuestra motivación como grupo.

Sin comunicación interna, entonces, el propósito no se extiende y queda circunscripto al grupo de líderes que (tal vez) lo saben o los creadores de las empresas que (posiblemente) no trasciendan, con el correr de los años, las generaciones y las compras o ventas. Vamos a ponerlo claro:

Sin comunicación interna, un propósito queda circunscripto al corazón de unas pocas personas. Cuando podría ser el latir de toda la compañía.

El propósito nos puede hacer latir como un equipo que es parte de una comunidad. Latir, en lugar de estar enfocado en aquello que producimos o servimos, latir en lugar de razonar, latir antes que pensar como un engranaje más de una cadena comercial en busca de un rédito.

En un momento de crisis global, éste parece ser el camino.

En un momento donde la producción, el rédito y el negocio se congela, quizás latir sea la única manera de mantenernos vivos, de tener sangre circulando, de mantener el calor.

 

Laura Verazzi  (@lauraverazzi)

https://www.linkedin.com/in/lauraverazzi/

 

Referencias:

Cuenca, Joan; Verazzi, Laura (2020). Comunicación Interna Total. Estrategia, prácticas y casos. Editorial UOC. Barcelona.

Sinek, Simon (2009).  Empieza por el porqué. 2018. Editorial Empresa Activa. España.

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