Diseñar el retorno
Cuando uno piensa en diseño suele pensar en gráfica, en web, en colores, en marcas. Sin embargo, diseñar, es mucho más que eso. Según Simon (1988) “diseñar es una acción orientada al cambio”. Entonces, implica accionar. Esta es la primera conclusión que podemos sacar de esta frase. Pero ¿qué pasa con eso del cambio? Bueno, justo a tiempo nos ponemos a pensar en el diseño: si hay un momento para hablar de cambios es este, ¿no? Las palabras que resuenan son pandemia, teletrabajo, adaptación, reestructuración, retorno, crisis sanitaria-comunicacional-emocional-económica (hay para elegir).
Parece que es el momento justo para diseñar o rediseñar. Tenemos que accionar en función de todos estos cambios que nos rodean. Pero… ¿diseñar qué? En principio hay que diseñar algo más que gráfica. Hay que diseñar un plan de retorno al trabajo. En otras palabras, hay que diseñar la empresa a la que queremos que nuestros colaboradores vuelvan.
Diseñar las reglas.
Algunos nunca se fueron y otros han de volver a los espacios compartidos de trabajo. En estos lugares, habrá nuevas condiciones de interacción. Desde comunicación interna, tenemos que establecer (o esclarecer) las pautas de convivencia para garantizar la seguridad de todos y para que en esa interacción se sientan cómodos los diferentes estilos que puedes tener en tu organización: ya sabes que está el que tiene todo bajo control, el súper aséptico, el que no está tan seguro de que haya que hacer tanta cosa, el que cree que estamos exagerando… ¡todos estos perfiles son reales y conviven en tu empresa!. Para que el crisol de formas de entender esta vuelta pueda funcionar orgánicamente, debemos tener las reglas bien claras y comunicarlas. Garantizar que la gente las entienda, las interiorice y las ponga en práctica.
Diseñar los espacios.
Siempre decimos que todo comunica y, lo cierto, es que nuestros espacios de trabajo comunicarán más que nunca. Antes de que la gente vuelva a sus puestos, habrá que redefinir cómo se trabajará, cuándo se trabajará (los turnos), la distancia justa y la disposición de los puestos de trabajo, los recorridos posibles en la oficina, las zonas a las que ya no podremos acceder, el acceso a los materiales de trabajo. Habrá que permitir el acceso a los desinfectantes disponibles, las protecciones personales. Todo esto habrá que definirlo pero también habrá que comunicarlo bien. Nunca olvidar que el espacio y el ambiente es un canal de comunicación en sí mismo. Tenemos un nuevo entorno de trabajo y lo nuestro, como comunicadores internos, será hacerlo accesible, lógico, entendible. Tenemos que garantizar la correcta interacción de nuestros colaboradores con el espacio porque, por un lado, es un espacio compartido y, por otro, porque queremos que se sientan seguros.
Diseñar la comunicación.
Algo central: tenemos que planificar qué vamos a decir porque garantizar las reglas básicas de cuidado, no garantiza la sustentabilidad del negocio. ¿Qué nos vamos a decir como organización? ¿Cuál es la estrategia que tenemos? ¿Cómo nos vamos a adaptar al nuevo entorno? ¿Qué necesitamos que la sociedad vea en nosotros? En otras palabras… nos toca establecer focos de comunicación nuevos.
Quizás sea posible retomar algunos de los focos que teníamos antes de la crisis e incorporar otros. Pero consideramos que es clave contar con un foco específico relativo a la pandemia. Las empresas vienen haciendo esto bastante bien por lo que nos contaron nuestros clientes y amigos del mundo de la comunicación interna.
Dejamos por aquí algunas ideas: podemos diseñar nuestros planes de retorno teniendo en cuenta estas cuestiones: la seguridad, nuestro encaje en el nuevo mundo como empresa responsable, los nuevos procesos, el negocio, las personas y la contención emocional.
Nos toca volver a imaginar empresas y no podemos olvidar que, desde comunicación, estamos creando realidades. Por eso, queremos cerrar esta nota con una frase de un pensador del mundo del Diseño. Es importante pensar que una de las instancias en que el diseño cruza el “ser” con el “accionar del hombre” es en el diseño de sistemas complejos o ambientes para vivir, trabajar, jugar y aprender (Buchanan 1989).
Referencias:
Buchanan, Richard (1992). Wicked problems in design thinking en Design Issues, Vol. 8, No. 2.
Simon, Herbert (1988). The Science of Design: Creating the Artificial. Design Issues, Vol. 4, No. 1/2, Designing the Immaterial Society. 67-82.