El desafío de liderar un cambio desde adentro
Dicen que “el que se quema con leche ve una vaca y llora”. Una simple pero no menos certera frase que hace alusión a la resistencia que ejercemos cuando estamos frente a una situación que nos remite a otra ya vivida, que no quisiéramos volver a experimentar.
Sabemos que las organizaciones cambian constantemente, que están en continuo movimiento y que, precisamente, eso es lo que las mantiene vivas. Pero al mismo tiempo, existen cambios estructurales que implican quiebres y se convierten en hitos históricos en sus vidas. Dentro de estos últimos podemos mencionar: adquisiciones, fusiones, incorporación de nuevas tecnologías y nuevos procesos, entre otros. Todos ellos con un denominador común, son los encargados de despertar resistencias, temores e incertidumbres entre los miembros de toda organización.
En este contexto es donde aparecen lasoportunidades más interesantes para quienes gestionamos la comunicación y los comportamientos. Pero al mismo tiempo, se plantean las dificultades.
Si tomamos como referencia un cambio producido por una nueva fusión entre organizaciones, descubrimos que quienes integran el Departamento de Comunicación Interna se encuentran ante un complejo reto: disminuir la incertidumbre cuando ellos mismos la poseen. Pensemos que los temores que despiertan entre los colaboradores, los rumores de posibles fusiones, son los mismos temores que nos afectan a nosotros como miembros de la organización en nuestro rol de comunicadores internos. Entonces, ¿cómo transmito seguridad si ni yo mismo la tengo? ¿cómo hago para evitar la resistencia que provoca volver a experimentar una fusión?
Los desafíos que se plantean son dos. Primero, un trabajo interno que implica volver a creer en una promesa de marca. Segundo, lograr credibilidad y consenso después de haber sido los abanderados de un cambio previo.
Para esto se sugiere:
- Interiorizarse en el proceso de cambio. Hacer valer nuestro rol como gestores del cambio y conocer cada detalle: visión de la nueva organización, su misión, sus valores, sus objetivos. Es sumamente importante tener acceso a la intención por la cual una entidad decide cambiar, o, en este caso, fusionarse. Para lograr transmitir las bondades de un cambio es fundamental que nosotros mismos creamos en él.
- Contar con un equipo de asesores externos. Al ser miembros de las organizaciones en cuestión, nuestra visión estará influenciada por experiencias pasadas. Una consultora en comunicación interna ajena a la organización que pueda brindarnos una mirada los más objetiva posible, nos ayudará a dejar nuestros prejuicios de lado.
- Trabajar con responsabilidad y compromiso genera credibilidad. Debemos capitalizar esa virtud, identificar un atributo positivo y principal que guíe nuestra campaña y comunicar cada instancia del proceso, con transparencia.
- Conformar un equipo de líderes que se transformen en abanderados del cambio. Su rol será ayudarnos a lograr consenso y a creer en la nueva promesa de marca.
- Estar completamente alineados con la estrategia de comunicación externa. Debemos aprovechar la sinergia de los mensajes y, al mismo tiempo, lograr que nuestros colaboradores tengan la primicia. Ellos siempre valorarán enterarse primero que los clientes, de todo. Del mismo modo, nos harán saber su malestar si sucede lo contrario.
- Lo más importante: saber que podemos resistirnos al cambio pero que, definitivamente, las cosas cambian. Entonces, nos ayudará reconocernos como miembros de organizaciones que cambian. El secreto está en cómo nos adaptamos a esos cambios, buscando nuestras propias motivaciones para que si alguna vez nos quemamos con leche, no veamos una vaca y lloremos.
Por: Agustín Rodriguez