"Me siento orgullosa de haber emprendido este proyecto"
En una nota publicada por Universidad Austral, Vanina Wild desanda los pasos que la llevaron a recorrer –casi por casualidad- el mundo de la comunicación interna y fundar, junto a Gabriela Caselli y Laura Verazzi, Vector C.
“Por el 2002 me convocaron de la organización Techint. Asistí a un asessment con otros veinte comunicadores, nos pidieron analizar un caso, hablar en inglés, presentarnos… y finalmente quedé seleccionada para encargarme de la gestión de la comunicación interna de Siderar (hoy Ternium), sita en San Nicolás de los Arroyos. Me mudé a San Nicolás y tomé la responsabilidad sobre algo de lo que no encontré demasiada bibliografía y que era muy nuevo para mí. La comunicación interna en ese momento, y en esa compañía, consistía en administrar medios. Y yo me encargaba de las fotografías, las entrevistas, la edición, el diseño y la actualización. Me faltaba “algo”, pero no sabía qué ni dónde encontrarlo.
Mi próxima experiencia laboral, ya repatriada en Buenos Aires, fue en Molinos Río de la Plata. Fundaron el área de Comunicación Interna y Clima Laboral y decidieron que lo liderara. A la gestión mediática, le sumamos entonces las acciones resultantes de lo que arrojaba la encuesta de clima. Y el scope de la comunicación interna se amplió. Empecé a encontrarle más sentido, pero me faltaba organizar todo bajo un mismo paraguas. Medios + acciones sonaba bien, pero aún no lo era todo.
Un tiempo después, comencé a trabajar en la comunicación interna y externa de una empresa petrolera, Pluspetrol, con responsabilidad sobre el Cono Sur. Ahí la comunicación consistía en responder a ideas de miembros del Directorio (mis jefes) mediante proyectos concretos. Aparecía la estrategia en mi concepción de la comunicación, y los planes comenzaron a tomar forma.
Mi última parada en relación de dependencia fue HSBC. Una institución financiera que, al momento de mi ingreso, acababa de fusionarse con la Banca Nationale del Lavoro y necesitaba una Gerente de Comunicación Interna que encarara el change management, junto con un equipo interdisciplinario de colegas. A los medios, las acciones, el plan inicial y la estrategia, sumamos un mapeo de audiencias, diseño de mensajes y medición de resultados. Y la comunicación interna comenzaba a ser más integral, más abarcativa, más holística. Y, por ende, comenzó a interesarme cada vez más. Finalizado el take over armé un plan, un equipo y trabajé metodológicamente. Como reportaba al presidente, que estaba más acostumbrado a leer números que palabras, desarrollé un tablero de comando que contara en números una gestión tan intangible, como lo suele ser la de la comunicación interna.
La vida me abrió una nueva oportunidad y me asocié con dos colegas, provenientes de las carreras de Diseño Gráfico y Relaciones Públicas, respectivamente, con las que nos conocimos trabajando, desglosando, analizando y proyectando la comunicación interna.
Fundamos Vector C, una consultora especializada en comunicación interna, que aborda las necesidades de las empresas de manera integral. Desarrollamos una metodología propia, que ordena la gestión e indica las coordenadas en las que se ubica cada compañía en términos de comunicación interna y las acciones que debe andar para poder gestionarla estratégicamente.
El equipo creció, varios australinos sumaron su valor a la consultora y los clientes (casi todas empresas multinacionales) nos desafiaron cada día a formarnos, a seguir desarrollando la metodología y a dar respuesta creativa a problemáticas diarias, ante un público interno cada vez más exigente.
La comunicación interna busca alinear a los colaboradores de una organización con los objetivos del negocio. Los medios, las acciones, el desarrollo de habilidades y la medición de resultados trabajan en comunión con esta definición.
Hoy somos una PyME en crecimiento, con un equipo sinérgico que construye un clima laboral en el que predomina la libertad y la creatividad.
Me siento muy orgullosa de haber emprendido este proyecto, de haber podido aplicar, con el tiempo, tantos conocimientos adquiridos en la Universidad Austral y de confirmar, una vez más, que los australinos son solucionadores natos, con valores únicos.»
Fuente: http://www.austral.edu.ar/comunicacion/noticias/vector-c/