El impacto de una buena comunicación interna
¿Somos conscientes de la importancia que tiene nuestra tarea en el día a día y en el mediano y largo plazo? Si bien muchas veces el rol de la comunicación interna pasa desapercibido en su magnitud, el impacto final que produce en toda la organización es enorme. ¡Y es hora de hacerlo explícito! No se trata solamente del fortalecimiento de las relaciones o de las dimensiones soft (que ayudan a que muchas veces las personas realicen mejor sus tareas), sino que una buena gestión interna de las comunicaciones repercute también directamente en varios aspectos que hacen al corazón de las empresas. ¿Cuáles son esas dimensiones en las que podemos impactar a través de nuestro rol?
- La cultura e identidad organizacional. La CI es una poderosa herramienta para transmitir cultura e identidad, y para fortalecerla. Aquí no hablamos solamente de identidad visual (ya que muchas veces internamente no se respetan los manuales de marca externos y se generan modos propios de comunicarse), sino también de todos los demás elementos que hacen al conjunto identitario, que son mucho más profundos y que sí deben coincidir interna y externamente. ¿Quiénes somos? ¿Con qué nos identificamos? ¿Por qué hacemos las cosas de este modo y no del otro? Si descuidamos la comunicación de cultura e identidad a nivel interno, no podemos pretender que quienes trabajan en la empresa la “hagan propia” o que actúen de acuerdo a la misma, lo que puede terminar repercutiendo también en la imagen de la organización (ya a nivel externo).
- Los procesos de trabajo. ¿Cuáles son mis tareas dentro de la empresa? ¿Cuál es mi rol dentro de esta organización? ¿Qué pasa si no realizo mis tareas a tiempo? ¿Qué necesita mi colega de mí para poder hacer su trabajo, y qué necesito yo de mis colegas? La comunicación interna viene a dar respuesta a todas estas preguntas relacionadas con el quehacer diario de cada quiens; disponibiliza esta información sobre su rol, les da contexto, les permite tener una visión más amplia del mundo empresarial dándoles el hilo que los orienta dentro del laberinto.
- El Sentido. El punto anterior respondía el “qué”, el quehacer desde un punto de vista táctico: necesito hacer “x”, con eso mi colega podrá hacer “y”. Desde el lado del sentido, más allá de estos aspectos tácticos laborales, la CI viene a responder el “porqué”, y vela por incluir la dimensión de la persona en las respuestas a las distintas preguntas: ¿qué es lo que me hace levantar a la mañana y venir a trabajar a esta empresa y no a otra? ¿Por qué, si tuviera la opción de cambiar de trabajo, sigo eligiendo este todos los días? ¿Hasta qué punto estoy implicado con mi trabajo? Los objetivos organizacionales, ¿coinciden o están alineados en cierto punto a mis propios objetivos como miembro de la empresa? El sentido también tiene que ver con preguntarse para quién se está trabajando, en quién voy a generar un impacto positivo, o a quién le voy a agregar valor. Por supuesto, la comunicación interna no brindará respuestas concretas o directas, pero el trabajo del sector sí ayudará a que la gente pueda encontrar sus propias respuestas y realice sus quehaceres con motivación, pensando en el impacto que tendrá su tarea en relación a la razón de ser de la organización.
- Los resultados de negocio. La CI impacta directamente en los números (en la cantidad de ventas, de productos fabricados, de gastos reducidos) porque permite que la empresa sea “una sola”; que tenga una única voz, un único objetivo común (que obviamente se desagregará en varios focos y sub objetivos) y que funcione de forma coordinada. Porque si las personas conocen exactamente qué se espera de ellas y por qué, si están más motivadas, si trabajan en pos de un objetivo compartido, si comparten la cultura y comprenden que forman parte de algo más grande, esto repercutirá seguramente en mayores índices de producción, menor pérdida de tiempo, incremento en las ventas y menores problemas de imagen, que muchas veces influyen enormemente en los resultados de negocio de una organización.
Como vemos, la comunicación interna hace mucho más que “transmitir mensajes”; tiene un impacto sumamente profundo y estratégico para las organizaciones. Y lo mejor de todo: no es necesario que nuestro sector -ni sus acciones- tengan siempre un alto perfil para generar esta repercusión. Solo es importante gestionar la comunicación interna a conciencia y, de vez en cuando, recordar de su importancia, de su valor, y que está ahí, siempre al pie del cañón para hacer de la organización más que la suma de departamentos, roles y personas.