Hard vs. soft: ¿hay que comunicar todo?
A la hora de realizar un Plan Estratégico de Comunicación Interna (PECI), muchas veces comenzamos a pensar y calendarizar aquellas acciones y comunicaciones más “cercanas” a nuestra realidad como responsables de comunicación interna o de recursos humanos. Sin embargo, al hacer eso, estaremos dejando afuera a los muchos otros aspectos que hacen a la organización.
Como siempre decimos, la comunicación interna es TODO, y a esa totalidad le estaría faltando una parte importante a considerar dentro del plan: por TODO nos referimos al sinfín de mensajes que se generan tanto formal como informalmente, con palabras, con gestos, con imágenes e incluso con ausencias, a través de muchas personas y canales que emiten a la vez. Mensajes que lo son de todo tipo: no solamente “sociales” (cumpleaños, aniversarios, nacimientos) ni «procedimentales» (cambios en políticas, formas de acceder al recibo, cómo completar la encuesta de clima). Esa totalidad incluye también información del negocio, resultados de ventas, estrategias de marketing, objetivos y rumbo, información sobre los clientes… ¿Cómo abarcarlo todo de forma integral, prolija y estratégica desde la comunicación interna?
En Vector C desarrollamos una herramienta (parte de nuestra metodología) que nos resulta sumamente útil a la hora de desenmarañar el caos. Se trata del Modelo de Conexión ®, que permite la visibilización de los objetivos de las personas con los de la organización, conectándolas (como bien dice su nombre) en un punto medio al que la comunicación interna debe lograr arribar. A la vez, este modelo vincula las dos realidades organizacionales; la hard (resultados, ventas, números, datos sobre nuestro cliente) y la soft (clima interno, engagement, procesos internos, comunicaciones sociales) para que la empresa logre cumplir con su razón de ser.
Por lo general, como hemos mencionado al principio, la comunicación interna suele considerar la parte soft a la hora de planificar sus acciones, porque se trata de los procesos más cercanos a recursos humanos y a las personas (sistemas de trabajo, herramientas, rutinas y modos de hacer las cosas). Sin embargo, no estaríamos abarcando la realidad total (el TODO) de la organización sin la parte hard: si no entendemos el negocio (y, por ende, si no lo comunicamos), nuestra tarea estará hecha por la mitad. ¿Cómo se genera la cadena de valor? ¿Por qué una determinada área realiza las cosas de una manera y no de otra? ¿Cómo repercute en el negocio si un sector se demora en la realización de sus tareas? ¿Quién es nuestro cliente? ¿Por qué nos elige? ¿Qué necesita de mí, qué puedo aportar desde mi rol? son preguntas que necesitamos comenzar a hacernos, a investigar y a comunicar.
Tanto las realidades hard y soft como los objetivos organizacionales y los de la gente deben ser tenidos en consideración en el momento de realizar una planificación en términos de comunicación interna. Siempre decimos que en primer lugar es importante encontrar un acuerdo sobre los focos o temas clave de la organización para el período definido. Lo ideal es que se consideren focos tanto hard como soft, tanto del negocio, como del cliente, como de los procesos y como de las personas. Esto nos dará un panorama bien amplio que posibilitará que nuestros equipos encuentren el sentido a cada una de las acciones de la empresa relacionadas con ambas realidades. Así, finalmente, tendremos un plan equilibrado e integral, que abarque a la organización en su totalidad y que permita a las personas que forman parte de la empresa tener conciencia de la misma y una mayor comprensión de su propio trabajo dentro de un todo mayor.