“¿De qué trabajas, sobrina?”
Sábado por la tarde. Cumpleaños familiar, nos presentan a María Luisa, la nueva novia del tío. Es simpática, comenzamos a hablar, hasta que el tío nos interrumpe y nos dice, orgulloso: “ella también trabaja en Comunicación Interna, se encarga de distribuir la correspondencia y enviar correos en una empresa grande de la zona”. Primer desafío: intentar evitar el facepalm. Segundo desafío: explicarles para que entiendan de una vez por todas (el tío, María Luisa, los primos y todo aquél que quiera oír) de qué trabaja un comunicador interno.
Imaginamos que más de un lector de nuestro blog habrá pasado por una situación similar, ya sea en un evento con amigos, en una celebración de la familia o simplemente porque salió el tema laboral entre conocidos. Si es el caso, os recomendamos enviar a dichas personas el link de esta nota con el ABC de la Comunicación Interna.
La comunicación interna es toda la comunicación (escrita, hablada, gestual) que se genera puertas adentro de una organización. Librada al azar o al sentido común, hace convivir múltiples interpretaciones y mensajes en un mismo espacio y puede resultar más viciosa que virtuosa. Imaginemos a 10 personas hablando de prioridades diferentes; si la mesa familiar de Navidad es ya difícil de superar, llevar esto al ámbito empresarial lo haría peor. Caos total.
La Comunicación Interna como disciplina planifica estratégica y ejecuta tácticamente todos los componentes de la comunicación (temas clave, canales, audiencias, métricas) en función del objetivo buscado. Busca hablar un mismo lenguaje y mirar hacia un norte en común. Independientemente de quién atienda el teléfono del gerente.
El resultado de una Comunicación Interna consciente y organizada es una gestión de los empleados alineada con las metas del negocio. Un colaborador bien comunicado sabe dónde trabaja, qué tiene que hacer, cuándo, dónde, cómo y por qué. Y además de saberlo, está motivado a hacerlo. No es por menospreciar el trabajo de María Luisa, pero enviando e-mails únicamente no es posible de lograrse, tío.
El trabajo de la Comunicación Interna se realiza sobre los planos institucional (la comunicación del emprendimiento o proyecto empresarial hacia sus colaboradores), interpersonal (la comunicación entre colaboradores de una compañía) e intrapersonal (las habilidades de comunicación de cada integrante de la organización). Los tres aspectos pueden ser causa o efecto de la realidad comunicacional existente y, por ende, de los resultados que la empresa está arrojando. Cada caso de Comunicación Interna es único e irrepetible, como lo son las organizaciones y las personas que las integran. ¿Acaso María Luisa y María Elena, la pareja anterior del tío, son parecidas? Menudo lío se armaría si las comparásemos. Lo mismo sucede en una empresa.
¿Por qué los colaboradores de mi compañía no están alineados con los objetivos que busco? ¿Por qué yo digo A y ocurre B? ¿Qué estoy haciendo mal para que haya un reclamo constante? ¿Por qué no disfrutan de esto, que es tan fascinante como proyecto? Algunas preguntas comunes que encuentran respuesta en la Comunicación Interna. Y solución en su gestión profesional. Y si el tío aún no lo comprende, ¡que nos escriba!