Las tres pruebas de la comunicación interna (y la prueba de la multiplicidad)

Indiana Jones para llegar al santo grial tenía que pasar tres pruebas… “solo el penitente pasará” decían las notas de su padre. También lo tenía que hacer Harry Potter en el torneo de los tres magos: tres pruebas, tres magos (o bueno, cuatro, en su caso).

Como a  veces nos gusta analizar la realidad en clave de ficción y, como además amamos nuestra disciplina, vamos a hacer que la comunicación interna también tenga que pasar tres pruebas. Pero… ¡un momento! Ya hay antecedentes reales.

En un viejo evento del CONCIN uno de los maestros y referentes de la comunicación interna en España, Joan Elías, nos traía a Sócrates para reflexionar: “No me cuentes nada que no sea verdad, que no esté en un marco de bondad y que no sea útil”. En su exposición, Elías, partiendo del gran filósofo clásico griego, ponía a prueba a la comunicación interna: la prueba de la bondad, la prueba de la verdad y la prueba de la utilidad. Por cierto, no dejes de ver su ponencia.

La justa de tres pruebas de la comunicación interna

Si bien estas pruebas resultan muy útiles, nos propusimos crear otras tres, nuevas, pensando en una nueva comunicación interna producto de los cambios sociales y económicos de los últimos tiempos (no ahondaremos en esto porque hay literatura de todo tipo y color sobre la comunicación interna en tiempos de pandemia).

En Vector C somos muy “team Sócrates” pero también nos divierte imaginar y crear. Así que, inspirándonos en Indy, Harry y Joan, quisimos generar nuestro propio desafío. Una especie de “justa medieval de tres pruebas para salvar la aldea”… Suenan las trompetas, taran taraaaaaan: ¡Bienvenidos y bienvenidas a la Justa de Tres Pruebas de la Comunicación Interna!

La primera: la prueba de la multiplicidad

La comunicación interna históricamente ha tenido en cuenta los intereses de la empresa y, si bien la tendencia es estar cada vez más enfocada en las personas, todavía queda mucho camino por recorrer. A veces da la sensación de que estamos en ese lugar, pero no debemos dejar que los casos ejemplares, o los que más resuenan, distorsionen la percepción. Que haya empresas muy avanzadas en este asunto no significa que sea la ley sino más bien la excepción.

Cabe aclarar que orientarse a las personas no significa desatender el negocio. Por supuesto que no. Se trata, en cambio, de conjugar diferentes intereses basados en diferentes realidades. Las realidades en las que están inmersas las personas que forman dicha organización y que dan lugar a la realización del negocio.

Lo que sucede, en torno a esta noción de diferentes realidades, es que, a mayor tamaño de la empresa, más centralizada suele volverse su manera de entenderse a sí misma y de gestionarse. Por tanto, prima la cultura corporativa relacionada con la cultura local del país en que se encuentra la casa matriz, en detrimento de las localidades. No es que se desconozca necesariamente que hay una diversidad. Sino que, cuanto más capilar la heterogeneidad, más tiende la gestión a orientarse hacia el negocio por esos pagos.

Orientarse a las personas no significa desatender el negocio.

Pero una comunicación interna actualizada y lista para los desafíos que tenemos por delante requiere poder apoyarse en lo local. Cada comunidad, territorio, país, ciudad, colectivo, tiene sus problemáticas locales, su forma de atender la complejidad, de trabajar, de enfrentar la crisis y también tiene sus tradiciones, temores, valores y problemáticas. Sin embargo, las áreas de comunicación interna de las típicas “multinacionales de gran metrópoli” suelen adoptar modelos ideales de gestión: modelos centralizados.

La prueba de multiplicidad implica conocer las diferentes idiosincrasias. Esto es mapear las diferencias y las diversidades para ponerlas en valor en la planificación. Esta prueba también implica atender en objetivos y en acciones a estos públicos (no sirve solo tener el mapa). Es decir, se trata de hacer una gestión segmentada.

Pasar la prueba de la multiplicidad es ESTAR CERCA del público interno. Conocerlo. Mapearlo. Atenderlo. Contenerlo. Pues todo esto, sumará al negocio por decantación.

La comunicación interna es múltiple cuando se llega a los diferentes colectivos heterogéneos que existen en la organización de la manera más adaptada posible. ¿Cómo es la gestión de la comunicación interna en tu organización? ¿Es múltiple o es centralizada?

Por cierto, ¿quieres conocer la segunda y la tercera prueba de la comunicación interna adaptada? Stay tuned. Esta historia continuará.

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