Cuando demostrar resultados no es suficiente
El equipo de Decisores está abocado a ser más y más eficientes desde las diferentes posiciones en las que se encuentren, y a sus integrantes se los evalúa por los resultados que logran así como por la manera en la que gestionan a sus equipos de trabajo. Porque ser líder significa el desafío de catapultar la visión de un grupo a metas más altas, elevar la performance de todas las personas y llevar el espíritu de equipo más allá del rendimiento previsible.
Pero liderar se trata también de compartir la visión de la organización, generar adhesiones e identificación entre los equipos, motivarlos, saber escuchar y hacerlos partícipes de la toma de decisiones. Intentar, en cierto modo, conectar los objetivos de la empresa con los de las personas que trabajan para dicha institución, tal como lo plantea la metodología bajo la cual en Vector C trabajamos todos los días.
Se dice que las áreas de trabajo reflejan la personalidad y el desempeño de su líder. Imaginemos un caso ideal: una persona justa, centrada, dinámica, inspiradora y creativa en posición de liderazgo. Todo esto, supondremos, dará lugar a un área motivada, organizada y eficiente, armoniosa, orientada a las metas y sobresaliente. Sin embargo, ¿de qué servirán todas estas cualidades positivas en una persona si no posee las competencias fundamentales como comunicadora para llevar adelante su tarea?
Por este motivo, y para desarrollar este tipo de habilidades, siempre es recomendable que el grupo de líderes se forme más allá de las típicas habilidades inherentes a su puesto. Se requiere que el equipo de Decisores no solo conozca el norte de la organización, sino que sea capaz de crear un horizonte compartido con cada uno de sus miembros, intentando lograr un acuerdo sobre los focos de la compañía. De esta manera, se sientan las bases transversalmente a través de toda la organización, unificando los mensajes y nivelando la comunicación en cascada en todas las áreas.
En segundo lugar, es necesario que quienes lideran posean la habilidad de empatizar, dar visibilidad y empoderar a el equipo de mandos medios (o grupo de Transmisores), ya que en muchas ocasiones será este último quiene tendrá la responsabilidad de transmitir los focos de comunicación interna a la base de la pirámide.
Por supuesto que esto último no significa que la cúpula deba perder visibilidad frente a toda la compañía; es importante que cada Decisor o Decisora pueda determinar cuáles son las ocasiones de alto impacto en las que deberá estar en contacto con la plantilla y velar por la existencia de estos encuentros (sea por medios formales u oralmente).
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