¿Amigos, amigues, amigxs o amig@s?
¿Cómo pueden las organizaciones lograr neutralidad de género cuando su lengua nativa tiene una clara tendencia hacia la masculinización? ¿Cómo está cambiando el lenguaje, y de qué manera impacta esto al interior de las organizaciones? La comunicación de las empresas ¿se está adecuando a estas nuevas tendencias?
Estas preguntas y algunas otras (que en Argentina y otros países de Latinoamérica nos venimos formulando hace ya bastante tiempo) son las que se hacen por primera vez en países angloparlantes, quienes no tienen un género marcado en su lenguaje. Y por ello, nuestros colegas británicos de la consultora de comunicación interna Gatehouse Gallagher le consultaron a Flor Giaquinta, una de las consultoras de nuestro equipo, con el fin de entender un poco más qué pasa con nuestro lenguaje.
Desde Vector C tenemos siempre en cuenta el contexto y su impacto al interior de las organizaciones, y cada vez que pensamos en la redacción de las distintas piezas de comunicación interna buscamos formas de utilizar el lenguaje más neutro posible (no siempre es fácil, pero de a poco vamos entrenando el ojo y la lapicera). “Las compañías hoy se enfrentan a un dilema: corren el riesgo de ser enmarcadas como no inclusivas por seguir utilizando el lenguaje clásico, o el de utilizar un lenguaje no reconocido para evidenciar inclusión”, dice Florencia en la entrevista a Gatehouse. Y agrega: “¿Es la formalidad del lenguaje más importante que la inclusión?”.
Les compartimos en este link la publicación completa con un montón de notas interesantes sobre comunicación interna, entre las cuales se encuentra (en la sección de diversidad) la entrevista a Flor. ¡Que lo disfruten!