Sheldon, ese compañero odioso al que todos amamos

Los queremos matar, pero otras veces deseamos abrazarlos. Porque nos causan ternura y a la vez nos desesperan. Nos enervan, pero también nos hacen reír.

A veces la ficción es una genialidad que exacerba la realidad, pero definitivamente se basa en ella. En muchas oportunidades, entonces, algunos personajes ficticios trascienden la pantalla y se representan como el compañero de trabajo que todos tenemos, como ese jefe que hemos padecido en nuestro empleo anterior, como ese becario que comenzamos siendo años atrás (o que aún somos hoy).

Es así como The Big Bang Theory también tiene algunas citas para ofrecernos que pueden perfectamente adecuarse a la realidad comunicacional dentro de cualquier organización. Porque, ¿quién no ha sufrido a un Sheldon Cooper en la oficina?

“Ya sé que te da miedo decepcionarme, pero espero que te consuele saber que mis expectativas sobre ti son muy pobres”. ¿Alguien alguna vez ha tenido (padecido) a un jefe así? ¿Sería esta frase digna de reproducir por un buen líder? Sé que la respuesta será unánime: NO. Sin embargo, da miedo enterarse de la cantidad de personas que ejercen sus cargos con semejante soberbia. Un buen líder debe motivar a sus equipos, no intimidarlos. Se supone que tiene que alentarlos a la superación, al desafío constante, y no empujarlos hacia el fracaso. Por eso es que la Comunicación Interna debe comenzar por aquellos que ejercen posiciones de liderazgo. Es importante darles distinciones y herramientas comunicacionales, porque de ellos dependerá la existencia de una organización saludable.


“Siempre me escucho. Es una de las grandes alegrías de mi vida”.
Oh, la Escucha, esa gran aliada. Ese primer paso antes de cualquier otro movimiento. Sin embargo, más allá de escucharse a uno mismo (que es, por supuesto, algo muy importante -y creemos que para Sheldon lo es aún más-), es necesario no quedarse solo con la propia percepción. Escuchar al otro también es indispensable; recién después podremos emitir. Sin la escucha, no existe Comunicación Interna alguna. Toda área de CI que se jacte de ser buena debe comenzar por escuchar a sus colaboradores.


“Oh, sí, funciona con el chip más potente del mundo… la imaginación”.
¿De qué sirve la creatividad aplicada a las organizaciones? ¿Podemos decir siempre lo mismo, de igual forma, y esperar resultados distintos? De alguna manera, la segunda pregunta viene a responder a la primera. No, no podemos comunicar siempre de la misma manera. El impacto de lo que decimos tenderá a diluirse. Y por eso es que la creatividad, la imaginación, el pensar fuera de la caja, son excelentes recursos para comunicar de una forma diferente. Sin miedo al ridículo, sin respuestas equivocadas, lo importante es experimentar y cambiar lo tradicional por aquello impactante. Si no estamos seguros, se puede testear la idea en un grupo reducido de aliados comunicativos antes de que la idea vea la luz. Pero no dejemos de exprimir nuestros cerebros; contienen los recursos más maravillosos.


Y para el final, una de Penny (pero dirigida a Sheldon, claro):
“Sheldon, te juro que algún día entenderé algo de lo que me dices”. ¿Cuántas veces hemos recibido órdenes o directrices sin verdaderamente comprender qué es lo que estaba sucediendo? Ya sea por falta de habilidades comunicacionales del transmisor, como porque el mensaje no fue adecuado al público al que se dirigía, o simplemente porque no se conoce el motivo por el cual se ha tomado una determinada decisión, la comprensión es clave en cualquier proceso comunicacional. Porque, ¿de qué manera podremos estar comprometidos si no entendemos el porqué de lo que debemos hacer?


Esperamos haberte hecho reír y a la vez reflexionar. Y, si alguna vez te has cruzado a un Sheldon Cooper en la oficina, pues, ¡esperamos tus comentarios y experiencias en este posteo! Si es con reflexión incluida, mucho mejor 😉

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