Un Vector de Comunicación Interna

Hace 7 años, cuando iniciábamos este lindo proyecto desde cero, teníamos un desafío enorme por delante; desde definir nuestra identidad hasta nuestra metodología, pasando por buscar al equipo de trabajo más idóneo y, por supuesto, encontrar a nuestros clientes.
Dentro de este período maravilloso de búsqueda, estaba, claro, el de nuestro nombre. Porque en Vector C buscamos hacer Comunicación Interna con sentido, con un propósito. Nuestra misión claramente así lo expresa. Por eso desde nuestro nombre buscamos tener un sustento y lo tomamos de disciplinas duras, porque aun cuando trabajamos sobre intangibles, sabemos que nuestro trabajo produce efectos, tiene resultados, son consecuencias reales y objetivas que pueden medirse.
La “C” de nuestro nombre hace foco en la Comunicación, que es nuestra especialidad, lo que nos unió y fue la base para todo este proyecto. Pero también es de Compartir, de Creatividad, de Colaboración, de Capacitación Constante, de Consultoría. Y está entre paréntesis porque todo el tiempo los usamos; cuando escribimos y también cuando hablamos (solo que no quedan plasmados en papel). Los paréntesis ayudan a agregar información, a aclarar lo que se dijo o lo que vendrá después de ellos. Esto, llevado a la Comunicación Interna, es lo que hacemos desde Vector C. Hacemos visible lo que no se sabe dentro de una organización. Facilitamos la comprensión de aquello que no se entiende. Clarificamos panoramas, disipamos rumores y resolvemos dudas.
Sin embargo, aún nos faltaba el concepto clave, hasta que llegó a nosotros la palabra perfecta: VECTOR. “Vector” refiere a dicha palabra (tomada de distintas disciplinas como la física o la matemática). Buscando todas sus acepciones en el diccionario, encontramos un montón de descripciones que tenían una relación directa con lo que nosotros queríamos que fuera la Comunicación Interna, o mejor dicho, con cómo la concebíamos. Si leemos las definiciones técnicas y científicas de vector, vamos a encontrar las siguientes palabras vinculadas: magnitud, sistema de referencia, longitud, dirección, espacio, velocidad, fuerza, punto inicial y final, segmento de recta entre dos puntos A y B: flecha, sentido, coordenadas, orientación, nombre, punto de aplicación. Estas palabras nos remiten a la comunicación y a cómo Vector C la aborda. Con fuerza, con dirección, con un claro punto de partida (los objetivos establecidos) y otro de llegada (personas alineadas con dichos objetivos).
Entonces, un vector es una línea (como tal formada por muchos puntos) con una dirección determinada. Esa suma de puntos en Vector C es la suma de nuestras acciones de consultoría (determinar focos, crear y administrar vehículos, desarrollar habilidades, medir impacto, etc.). La dirección o trayectoria que nos fijamos (nuestro norte) tiene que ver con colaborar con los resultados de las organizaciones para las que trabajamos, alineando objetivos y personas. Ya en otras disciplinas blandas como la psicología se comienza a utilizar el término vector como fuerza o elemento que influye en el comportamiento de la persona. Y en el diseño, como algo que tiene capacidad para expandirse indefinidamente.
Y, por último, un vector es positivo por definición; así es Vector C en su esencia.