7 reflexiones sobre Game of Thrones y Comunicación Interna

Terminó una de las series que más revolucionó la TV en los últimos años, batiendo récords de audiencia y de presupuestos: Game of Thrones. Por eso nos pareció una buena oportunidad para recordar las grandes frases que nos dejó esta adaptación televisiva del éxito literario, perfectamente aplicables a la gestión de la Comunicación Interna (spoiler alert! No avances en la lectura de este artículo si no estás al día con la serie). Con ustedes, los protagonistas.
 

El conocimiento es poder” 


Sí, el conocimiento es poder hoy, en la edad media y en el episodio “The North Remembers” de la segunda temporada de Game Of Thrones. Sin embargo, Petyr Baelish hablaba de la antigua concepción del conocimiento: guardárselo para uno mismo.
Hoy esta concepción cambió, sobre todo en las empresas: para que este poder sea aún más fuerte, el conocimiento debe ser compartido por varios motivos: evitar el trabajo por duplicado, encontrar soluciones a problemas comunes, acortar tiempos, lograr una mayor transparencia, agilizar la toma de decisiones y no perderlo en caso de que quien posee el conocimiento se desvincule de la empresa.
Hemos escrito y publicado previamente varios artículos al respecto de la gestión estratégica del conocimiento, tanto en este blog como en el de nuestros colegas de España. Pueden encontrar más sobre el tema aquí y aquí.
 

“Un hombre que tenga que decir ‘yo soy el rey’ no es un verdadero rey”


Habrá sido un ser despreciable, calculador, inescrupuloso, pero acá nos tiró una posta bárbara. El liderazgo se construye, y la principal fuente de un buen liderazgo radica en el respeto y la aceptación por parte de quienes están debajo.
Un líder “impuesto” por la fuerza (o por los contactos) sin las habilidades necesarias para liderar, deberá verse obligado a recordar su rol por medio de la palabra y tal vez de la intimidación (“yo soy el jefe”). En cambio, alguien aceptado por sus pares, con buenas habilidades de liderazgo, comunicación y empatía no se verá necesitado de acudir a la recordación de su rol para lograr que su equipo realice las tareas deseadas. El motivo es simple: dará el ejemplo no solo por medio del “decir”, sino a través de su accionar. No solo tus palabras dicen que sos un rey: también (y mucho más fuerte) lo hacen tus actos y tu capacidad de escucha y empatía. Es por este motivo que las capacitaciones que brinden a los líderes herramientas para mejorar su comunicación interna con los equipos son tan importantes y necesarias.
 

La libertad para cometer mis propios errores fue todo lo que siempre quise” 


Según nuestro punto de vista, uno de los roles comunicacionales de un Decisor (N1 y N-1) debe ser empatizar con y validar a los mandos medios. Es muy importante para un Decisor no solamente comunicarle una decisión a un mando medio, sino también ayudarlo a que comprenda por qué es importante el tema, por qué se arribó a tal conclusión, y qué deben hacer con la información recibida. De esta forma, los Transmisores sabrán exactamente qué decirle a sus equipos así como explicarles los motivos.
Este simple hecho ayudará a generar un mayor compromiso y confianza en los mandos medios, que repercutirá en una mayor autonomía y seguridad, y en una consecuente agilidad de la comunicación, que dejará de hacer un embudo en los líderes.
Permitirles a los Transmisores tomar sus propias decisiones sin la necesidad de consultar cada una de ellas (cuando el impacto organizacional de la misma sea bajo o moderado, claro está) es empoderarlos y validarlos ante sus equipos. ¿Cometerán errores? Es probable. ¿Aprenderán de ellos? Seguramente sí. Forma parte del aprendizaje organizacional.
 

“Un león no se preocupa por la opinión de las ovejas”


Otra de Tywin, pero esta vez no coincidimos con él. Como todos los Lannister, Tywin miraba por encima del hombro a todos los demás, y esta arrogancia lo hacía más intimidante, sí, pero también muy lejano a su pueblo.
Aquí nuevamente podemos hablar acerca de los roles comunicacionales del Decisor, en particular de uno: tener conocimiento de lo que está sucediendo en la base de la pirámide. Esto es, justamente, preocuparse por la opinión del rebaño -para ponerlo en palabras del universo de Tywin-.
Citando un viejo artículo de este mismo blog, “Así como los colaboradores necesitan saber qué se está definiendo “arriba” para entender mejor el contexto, en qué agregar valor, generar compromiso, etc. en la cúpula también se da que a la hora de tomar una decisión es necesario entender, salir a escuchar”.
Escuchar, empatizar con los colaboradores, saber qué están viviendo, cuáles son sus preocupaciones y cómo ayudarlos, es tan parte del rol del líder como cualquier otro asunto, y contribuirá a una toma de decisiones mucho más ágil y certera, por estar al tanto del “termómetro” de la empresa. Las decisiones no solo pueden tomarse en base a números.
 

“Un hombre sin amigos es un hombre sin poder”


El poder es un elemento básico en esta serie, pero no todos los personajes de Game of Thrones se lo toman de la misma manera. ¿De qué sirve ser poderoso si no hay respeto por quien ejerce ese poder? ¿Cómo es posible trabajar en soledad, solo con el poder, sin alianzas, sin la ayuda de otras áreas y otros colaboradores? Reemplacemos “amigos” por “aliados”, y la frase aplica perfectamente para una organización y para su Comunicación Interna.
Ahora bien, ¿cómo ganar aliados? La manera más simple es haciéndolos formar parte del plan de Comunicación Interna, por medio de la escucha de sus necesidades comunicacionales. Cada vez que ayudamos a un cliente con su Plan de Comunicación Interna, lo primero que hacemos es salir a escuchar a la organización, ya sea por medio de entrevistas individuales en el nivel del liderazgo, o de encuentros grupales divididos por jerarquía para el resto de los colaboradores. ¿De qué les estuvo hablando la empresa, y de qué les gustaría que les hablara? ¿Qué temas son los que más les interesan? ¿Qué necesitan saber para poder realizar sus tareas con motivación? ¿Hay algún tema en particular que no se esté comunicando de la manera que esperaban? Una vez procesadas y analizadas todas las respuestas se tendrán en cuenta a la hora de realizar la planificación: el resultado será un plan hecho a la medida de todos, y por ende, con mayores posibilidades de aceptación.
 

“El caos no es un pozo. El caos es una escalera”


Hoy, ayer, y cualquiera sea la era en la que se desarrolla Game of Thrones: la crisis es una oportunidad. Si se tiene una estrategia previa (si se previenen los posibles escenarios), una crisis puede jugar a favor nuestro y la empresa puede salir fortalecida de la misma. Sin embargo, se caerá en el pozo si no se planifica previamente.
Lo que sucede muchas veces es que los manuales anti-crisis descuidan la gestión de la comunicación con el público interno, poniendo en primer lugar a los medios y a los consumidores. Es por eso que es menester que el área CI esté alineada con el área CE -siempre, y más que nunca en estos casos-.
El hábito de encarar la Comunicación Interna de manera planificada, alineada, con objetivos, focos e instrumentos de medición definidos, nos permitirá hacerle frente a las crisis de una manera más simple, de forma ordenada y con indicadores claros sobre cómo la misma está impactando en la gestión.
Numerosos son los casos de empresas que han salido airosas de las crisis y que incluso han aumentado sus ventas gracias a una respuesta acertada y ágil. Y, para esto, la improvisación no es una opción. Para leer más sobre un Plan de Comunicación Interna, podés hacer click acá.
 

“¿Qué une a las personas? ¿Los ejércitos? ¿El oro? ¿Las banderas? Son las historias. Nada en el mundo es más poderoso que una buena historia”


El personaje tal vez más sabio de toda la serie nos dejó una última frase digna de recordar en el capítulo final de Game of Thrones, y tal vez la más fácil de identificar con nuestra disciplina. Los comunicadores internos somos narradores de historias: debemos encontrar el sentido detrás de cada comunicación, el hilo conductor para que los colaboradores perciban cada uno de nuestros mensajes no de forma individual, sino como un todo. Como un gran y único mensaje que la organización desea transmitir.
No importa cuánto dinero invirtamos en un campaña, en la última tecnología  o en los diseños vistosos (los ejércitos, el oro, las banderas). Lo que importa es la transmisión de sentido, que subyace a todo lo demás. Un gran comunicador es un gran storyteller. Y si se sabe utilizar bien la técnica, la Comunicación Interna tiene el inmenso poder de unir a todos los colaboradores.
 
¿Conocés más frases de Game of Thrones que puedan ser aplicadas a la Comunicación Interna? ¡Las escuchamos!