Los desafíos de hacer Comunicación Interna en una ONG

Estamos muy felices de poder compartir con ustedes esta nota que salió publicada en la segunda edición de 2017 de la revista Dircom Comint. En la misma, nos propusimos hablar acerca de la Comunicación Interna pero corriendo el foco del punto de vista típicamente empresarial, para pensarla desde un lado más social. Una mirada relacionada con la sociedad en la que todos estamos inmersos (quizá no laboralmente, pero en la que, como comunicadores, también podemos aportar nuestro granito de arena).
Desde Vector C intentamos dar más de nuestra parte a través de nuestro programa Nexo CI, del que ya hemos hablado en varios artículos anteriores. Si logramos tener siempre en mente la sustentabilidad (entendida como armonía con nuestro alrededor, como bien común a futuro) de nuestra comunicación, haremos que hasta un simple “¡Hola!” valga la pena. Es que la comunicación tiene un efecto amplificador, de contagio y puede generar una espiral virtuosa, ascendente, de mejora continua. Es la guardiana del clima en los ambientes en los que nos desenvolvemos y nos ayuda a lograr las metas que nos propongamos. Qué mejor, entonces, que llevar nuestro ejercicio profesional de la Comunicación Interna también a las ONG.
Hoy los invitamos a leer esta nota, específicamente vinculada con uno de los ejes de nuestro programa: el tercer sector. ¡Esperamos que la disfruten! Adjuntamos el número completo de la revista al final de este posteo para quien quiera descargarla y seguir consultando un material interesantísimo relacionado con nuestra disciplina, la Comunicación Interna.
 

Los desafíos de hacer Comunicación Interna en una ONG
“Los planes de comunicación de todas las ONG son un copy & paste”

Usualmente tendemos a aseverar que las ONG son similares (por no decir iguales), puesto que todas las causas son valederas (ya sea el cuidado del medio ambiente o la educación de nuestros niños) y se enfrentan a la misma necesidad de reunir fondos y voluntarios. Como consecuencia, se puede caer en el facilismo de que sus planes de acción (incluido el de comunicación) sean genéricos y se basen en buscar sensibilizar a la sociedad sobre su causa y en saber golpear la puerta correcta. ¿Por qué la Comunicación Interna habría de correr mejor suerte?
Nuestro desafío es buscar el diferencial en cada ONG. Comprender su naturaleza específica, definir qué es lo que la hace diferente y por qué sus colaboradores son únicos. Y sobre todo, observar la riqueza comunicacional que se da dentro de ella. Adhiriendo a este desafío, en 2013 Agustina Cox (Directora Nacional de Comunicaciones en TECHO, ex Un techo para mi país), de la mano de una consultora especializada en comunicación interna (Vector C), comenzó a dedicar tiempo y esfuerzo en observar las necesidades comunicacionales más específicas de su ONG. Y se aseguró de que este ejercicio de observación se sostuviera hasta el día de hoy.
Agustina (gracias a “parar la pelota” por un momento) evitó caer en la tentación de poner rápidamente (y sin mucha reflexión mediante, algo que solemos hacer muy a menudo) manos a la obra en el armado del plan de Comunicación Interna y posar la mirada exclusivamente en el newsletter, los mails y otros vehículos de comunicación comunes a cualquier organización. En cambio, salió a escuchar a los colaboradores y descubrió que era necesario trabajar en la cercanía de los responsables de Comunicación Interna para con el resto de la organización, de manera tal de validar su rol. Algo mucho más importante y apremiante que mejorar una canal escrito o una acción presencial, ya que los comunicadores internos en una organización son la primera y principal herramienta de comunicación.

“Captar y retener recursos humanos le quita el sueño a los Directivos”

Podríamos pensar que siempre habrá gente joven y entusiasta que se sumará a una causa sin fines de lucro. Sin embargo, no debemos perder de vista dos “catástrofes” latentes detrás de la alta rotación:

  1. el alto costo de la inducción que no llega a capitalizarse como inversión cuando los altos potenciales (ya capacitados) eligen irse de la organización
  2. la abultada indemnización por despido del personal más antiguo, que insatisfecho decide quedarse “haciendo la plancha”

Si bien la Comunicación Interna no es el “Mesías Salvador”, puede colaborar en mejorar las condiciones para los recursos humanos actuales de una ONG y, como consecuencia indirecta, generar una imagen positiva para futuros colaboradores. En 2009, un flamante nuevo Director General en Fundación Vida Silvestre Argentina (Diego Moreno), decide –dentro de sus primeras medidas- nombrar a una Directora de Comunicaciones con “el doble sombrero” de Comunicación Externa e Interna (Inés Lanz). En general, nadie duda de la necesidad de comunicar hacia afuera en una ONG pero se cuestiona toda inversión “hacia adentro”. Sin embargo en este caso, ese fue un primer gran mensaje que se emitió a todos los colaboradores de la fundación: la Comunicación Interna es importante. Luego, le acompañaron otras acciones como solicitar la colaboración de una consultora especializada en la temática (Vector C), etc. Hoy Diego e Inés se encuentran “comunicando” en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable pero Vida Silvestre Argentina ya no volvió a dudar más de la importancia de la Comunicación Interna.

“Los colaboradores se enamoran de los objetivos fundacionales de la ONG y se divorcian de las estrategias que las organizaciones plantean para alcanzarlos”

¿Qué pasa cuando una organización como TECHO posiciona tan fuertemente sus acciones relacionadas a la construcción de viviendas y no logra hacer lo mismo con otras acciones igual de importantes y que también hacen a su objetivo social? ¿Qué sucede cuando después de 35 años Vida Silvestre necesita recurrir a estrategias de incidencia en políticas públicas cuando sus objetivos fundacionales eran cuidar animales y proteger la naturaleza? En lo que se refiere a sus públicos internos, lo primero que sucede es que se encuentran haciendo tareas con las que “nunca soñaron”. Sin dudas, se hace necesario reconstruir sus contratos psicológicos y esto puede hacerse también desde la Comunicación Interna (y así lo hicieron). Para ello es fundamental trabajar de la mano de los mandos de conducción y generar espacios en los que coherente y equilibradamente se den conversaciones de función (objetivos, tareas, etc.) y de valor (motivación, reconocimiento, desafío, etc.). De esta manera, sus colaboradores pueden preguntar (y repreguntar) y en diálogo fluido comprender sus tareas, el impacto de las mismas y su lugar en la cadena de valor. Conocer que existen nuevos contextos y necesidades pero que las causas que un día abrazaron siguen siendo las mismas y tan importantes como entonces. Y solo recién en ese momento elegir libremente sumarse al logro de los nuevos objetivos planteados.

Responsabilidad Social Comunicativa (RSC)

Como profesionales de la Comunicación Interna, nos hace felices saber que la palabra que gestionamos dentro de las organizaciones genera vínculos entre sus colaboradores que los ayudan a lograr sinergia, aprendizaje mutuo, autorealización y crecimiento personal y profesional. Por eso, aunque no participemos del Relevamiento de Asentamientos Informales que lleva adelante TECHO ni hayamos visitado (aún) la Reserva Vida Silvestre Urugua-í en la Selva Misionera, sabemos que podemos ser parte colaborando con lo que mejor sabemos hacer y lo que más nos apasiona: Comunicación Interna.
Para todos los que tengan ganas de sumarse con su granito de arena (de cualquier tipo y tamaño): http://www.vidasilvestre.org.ar/asociate/
http://www.techo.org/paises/argentina/
Para descargar el número entero de la revista, click aquí.