Día mujer, género y Comunicación Interna

Sobre género, trabajo, Día de la Mujer y Comunicación Interna

En algún momento hubo quién lanzó el interrogante ¿qué pasaría si las personas decidieran reunirse para moverse en el mismo instante e intentar generar un movimiento en la Tierra?
No faltó quien se aprestara entusiasmado a desarrollar un estudio al respecto. Y para todos los que nos quedamos pendientes del hallazgo, sobrevino muy pronto una gran desilusión. La respuesta fue contundente: no pasaría gran cosa, la Tierra permanecería prácticamente inmutable.
Ahora bien ¿qué pasa cuando las personas decidimos movernos juntas e intentar un cambio social?

#NosParamos

Esta es la consigna bajo la cual este año se conmemora el Día de la Mujer Trabajadora. La misma habla de la convocatoria a un cese de actividades laborales y también a marchas y movilizaciones de protesta. Pero, sobre todo, habla de la fuerza de un movimiento colectivo buscando un cambio.
Y a nosotros (comunicadores internos) esto nos interpela de manera directa. Porque sabemos que nuestra gestión arranca escuchando y conociendo a los colaboradores y, por lo tanto, no podemos estar ajenos a sus necesidades, intereses e inquietudes. Entonces, planteada la cuestión de género, se nos abre un campo fértil para trabajar (podemos entusiasmarnos o ¡agarrarnos de la cabeza!, lo que no podemos hacer es mirar para otro lado).

Perspectiva de género

Con orgullo solemos decir que a lo largo del tiempo logramos consolidar el ejercicio profesional de la CI, que nuestras posiciones dentro de las compañías se fueron jerarquizando, que nos destacamos porque nuestra gestión es integral: tenemos la mirada puesta en el negocio pero también en los colaboradores y no solamente en tanto empleados si no en sus distintos roles (ciudadanos, estudiantes, cabezas de familia, etc.). También nos esforzamos mucho por conectar los objetivos de las compañías con sus colaboradores, conexión que se da en la medida en que las personas encuentran su autorealización en el logro de dichos objetivos y que, una vez dada, los constituye en verdaderos agentes de cambio que promueven el crecimiento y evolución de las organizaciones.      
Si todo esto que nos enorgullece no es simplemente humo o papelitos de colores (como suelen decir aquellos que todavía en 2018 no entendieron el rol estratégico de la comunicación) entonces nuestro ejercicio profesional debe hoy mismo (si es que aún no lo ha hecho) adquirir una perspectiva de género.
Es que sabemos que si las mujeres dicen #NosParamos ¡algo se moverá en nuestra sociedad! y allí queremos estar los comunicadores internos, contribuyendo a un mundo mejor a través de la gestión de las conversaciones.