responsabilidad comunicacional

Responsabilidad comunicacional: qué pasa en Latam

Como hemos mencionado en distintas oportunidades, en comunicación interna puede haber un área, equipo o persona responsable por su gestión. Pero la responsabilidad comunicacional -esto es, la responsabilidad por que exista una buena comunicación interna (que sea estratégica, que los mensajes tengan el impacto necesario, que la información circule)- es de toda la empresa: de cada una de las personas que forman parte de la misma, independientemente de su rol. Ahora bien, dependiendo de la posición en el organigrama, las personas sí tendrán que desarrollar distintas habilidades comunicacionales. O, mejor dicho, respons(h)abilidades comunicacionales, porque impactan directamente en los resultados de la CI.

Hace un tiempo realizamos un benchmark del estado de la comunicación interna en Latam, en el que comparamos los resultados de los diagnósticos realizados entre 2018 y 2023 a diversas organizaciones de distintos tamaños. En este benchmark pudimos obtener un análisis pormenorizado sobre cómo se está gestionando la comunicación interna en nuestra región, en relación a sus características, mensajes, vehículos o canales, y rol o responsabilidad comunicacional de los distintos niveles. Es en este último punto en el que nos vamos a centrar en este posteo, aunque si quieres podemos compartirte el benchmark completo (solo tienes que pedírnoslo aquí).

Respons(h)abilidades comunicacionales según nivel jerárquico

Considerando que no todos los niveles de la organización -de acuerdo a su peso jerárquico- cumplen con la misma función comunicacional dentro de la misma (pero sí que todos deberían tener un rol activo acorde a su nivel en el organigrama), nos propusimos entender cómo evalúa el equipo directivo, el grupo de mandos intermedios y las personas sin gente a cargo la responsabilidad comunicacional de cada nivel (si tienen o no las habilidades comunicacionales que debería tener alguien del equipo directivo, alguien que es mando intermedio, y alguien sin gente a cargo). Así, indagamos de qué manera la dirección se evalúa comunicacionalmente a sí misma, a sus reportes y al resto de las personas, cómo los mandos medios evalúan a sus jefes/as, a sus pares -incluyéndose- y a sus equipos, y cómo las personas sin gente a cargo evalúan a la dirección, a sus líderes directos y a sus colegas -y a sí mismos-).

Asignamos ciertas habilidades y responsabilidades comunicacionales que, metodológicamente, consideramos que debería tener cada nivel, para entender cuáles es necesario complementar con talleres y capacitaciones específicamente diseñadas.

 

Indica tu nivel de acuerdo con las siguientes afirmaciones

 

¿Qué piensa la gente?

Post pandemia, las personas en rol de liderazgo se han corrido del rol comunicacional y se hacen menos visibles. Por otro lado, se las percibe más alineadas entre sí [1] aunque más grande la empresa, solemos encontrar más líderes en el directorio y por lo tanto es más difícil lograr alineación (exceptuando a Pyme). Desde la dirección en las Pyme no se asume un rol comunicacional (no tienen alineación ni comunican objetivos y son los que peor miden en habilidades directivas).

A su vez, el corrimiento del rol comunicacional del equipo de liderazgo podría deberse a un mayor empoderamiento a los mandos intermedios para que empiecen a comunicar más [2] aunque es una habilidad que sigue haciendo falta desarrollar (46% de adhesión). De la mano con el empoderamiento, aparece el cascadeo: es una de las habilidades que más mide.

Un 63% de la muestra considera que desde la dirección se comunican claramente los objetivos organizacionales. Sin embargo, hemos visto que un 45% de las personas expresa que la información sobre el negocio, que es más amplia que la comunicación de objetivos, no  se brinda en la cantidad necesaria (rumbo, estrategia, contexto compañía, estado de la competencia, desafíos, niveles de alcance de los objetivos, etc.). Hay una oportunidad de ahondar sobre esto.

La mitad de las personas encuestadas considera que los mandos intermedios no tienen establecida una rutina comunicativa clara (espacios de reunión periódicos con el equipo en el que puedan debatirse cuestiones comunicacionales tanto del día a día como más atemporales). Este valor coincide bastante con el 46% de las personas que elige las reuniones de equipo o jefes/as como uno de los canales más habituales para hacerse de información. Cabe preguntarse si el 54% restante no lo elige por falta de habilidades comunicacionales de los mandos intermedios o, sencillamente como se demuestra aquí [3], porque la mitad de los mandos medios no generan los espacios.

 

¿Te sorprenden estos resultados, o te resultan familiares? ¿Algo de esto está sucediendo en tu organización?