Los dueños de la cultura

Todas las organizaciones tienen su propia cultura. Esta varía mucho entre una y otra porque cada empresa es un mundo, pero ninguna deja de tener una cultura propia. Algunas poseen su misión, visión y valores explícitos, formalmente comunicados, mientras que otras no los tienen desarrollados de manera oficial. Así y todo, la cultura siempre está presente, subyacente en cada una de las acciones organizacionales. Es, básicamente, lo que le da vida a una institución, lo que le permite a los colaboradores formar parte de un gran todo, compartir una manera de pensar y de hacer las cosas.
La pregunta del millón
Sin embargo, ¿quién es el responsable por generar dicha cultura? ¿Son los líderes? ¿Es el equipo de recursos humanos? ¿Son los propios colaboradores? Parece que no hay una respuesta clara a esta pregunta. O al menos, eso demuestra el último estudio realizado por The Workforce Institute, en donde se consultó a más de 1800 profesionales de recursos humanos, managers y colaboradores sin gente a cargo dentro de los Estados Unidos.
En el mencionado estudio, se le preguntó a esta muestra quién define la cultura dentro de una empresa. Sorprendentemente, los tres grupos de entrevistados respondieron que se consideraban responsables por esta tarea (ellos, no el resto, claro). Recursos humanos se cree generador de cultura per se, ya que es quien se encarga de difundirla “oficialmente”. Los managers también parecen creer ser los responsables por la cultura; al estar más alto en la cúpula, son el modelo a imitar por el resto. Finalmente, los colaboradores también se sienten generadores de cultura, la parte más importante de la misma.

Algunos números

Solo el 10% de los managers y un 3% de los colaboradores creen que es RH el encargado de generar la cultura. Sin embargo, entre el personal de RH, este número asciende a cerca de un tercio. Por otra parte, los managers sienten que son ellos, junto a sus equipos ejecutivos, quienes definen la cultura. Pero claro, esta creencia es compartida tan solo por el 9% y el 11% de los colaboradores y  personal de RH respectivamente. Y luego, por supuesto, también los colaboradores se piensan guardianes de la cultura, en un 29% de los casos. Un dato interesante a tener en cuenta y marcado por este estudio, es que este porcentaje aumenta considerablemente entre los colaboradores “millennials”, donde la cifra asciende a un 40%. En este caso, son los managers y los colaboradores de RH quienes no están de acuerdo.

Un reto para todos los comunicadores

En resumen, todos se sienten generadores de cultura organizacional. Y esto debería sorprendernos pero para bien, ya que es exactamente lo que queremos: colaboradores protagonistas, responsables, activos, que se sientan parte. Justamente, el rol de la comunicación interna es involucrar a todos los colaboradores en el proyecto empresarial, ya que este es colectivo. Sin embargo, esto implica que hay que trabajar en un cambio en la manera de pensar y de percibirse como grupo, como un todo, y no como áreas o estamentos aislados. Porque al final de cuentas, ¿qué sería de la organización sin aquellas personas que la hacen avanzar?