Focos: concentrarse en lo importante

¿Qué son los focos? ¿Por qué debemos concentrarnos en ellos? ¿Qué importancia tienen para la Comunicación Interna? ¿De qué manera podemos saber cuáles son los focos en mi organización?
Como siempre que tenemos alguna duda comunicacional, ir a la fuente nos aclara el panorama. Es por eso que para explicar de forma bien visual qué son los focos, apelamos al diccionario.

Algunas definiciones

Luz situada en la parte delantera de los vehículos automóviles que sirve para iluminar el camino cuando está oscuro o no hay buena visibilidad. ¿Qué tiene esto que ver con Comunicación Interna? Todo. El foco tiene que servir para poner luz en el camino que va a transitar durante el año la empresa, definir cuál va a ser su norte, cuál será la ruta que estaremos atravesando para llegar a nuestro objetivo. Dar luz para poder planificar los siguientes pasos.
Punto singular respecto del cual todos los demás puntos del mismo plano se encuentran a la misma distancia. Imaginemos un círculo concéntrico. En este esquema, el foco es el círculo central, equidistante de cualquiera de los puntos que conforma el círculo exterior. ¿Por qué? Porque un foco debe llegarle a todos los que conforman la organización por igual. El público interno, sin importar niveles jerárquicos, está relacionado con ese foco y a ninguno debiera serle indiferente, ya que todos necesitan estar alineados con el mismo y hacer su trabajo teniéndolo en mente.

Puede suceder que una empresa prefiera hacer más foco en un objetivo de negocio que en otro, o en un determinado producto de su cartera. Obviamente, el tratamiento de la información será distinto para las unidades del negocio, pero todas deberían saber cuál es el foco para entender qué está sucediendo en la organización, cuáles serán las prioridades (tanto en materia presupuestaria como en tiempo invertido). Que toda la empresa comparta un foco no significa que la información disponible sea la misma para todos, pero sí que el público comprenda que ese tema es importante.

Lámpara, generalmente dirigible, que emite una luz muy intensa. Un foco de comunicación interna debe ser un mensaje clave que abarque un determinado período de tiempo concreto. No son ad eternum. Tampoco pueden ser demasiado abarcativos o muy extensos (por ejemplo, un foco no puede ser “el cliente”). Debemos lograr dirigir la necesidad hacia un tema y momento en particular, pulirlo, pensarlo, probarlo y ajustarlo las veces que sea necesario siempre que nos permita cubrir una determinada necesidad, que cumpla de alguna manera con el objetivo empresarial, y ver de qué manera podemos abarcar todos los mensajes de la compañía bajo los focos que hayamos seleccionado. Para esto es muy importante dirigir nuestra atención a qué es lo importante y ver de qué manera encontrarle el lado positivo a dichos temas. Porque no siempre los temas importantes implican buenas noticias. Debemos encontrar los argumentos que ayuden a justificar dicho foco, y las oportunidades que hay detrás de comunicarlo.

¿Cómo detectar los focos correctos?

La respuesta mágica a todos los males y a todas las dudas: midiendo. Realizar un relevamiento en la empresa nos permitirá darnos cuenta de si los focos que creemos adecuados son efectivamente aquellos temas importantes para la organización. Si el enfoque es deductivo, exploratorio, etc. será definido en función de las necesidades que surjan.
A veces no sabemos exactamente en qué momento y dónde está parada la empresa. En ese caso, es necesario ver en términos de comunicación de qué se está hablando, de qué no se está hablando y de qué le gustaría a la gente que se hablara. Implica salir con la cabeza abierta para ver con qué nos encontraremos. Indagar sobre el estado de la CI, de lo que se habla, de lo que se calla, de lo que se reclama.

Por otra parte, se puede salir a relevar con algunos focos en mente para poder comprobar que efectivamente lo sean (o no). Estamos queriendo ver el estado de las conversaciones sobre una temática determinada, y por ende concluir si el tema es o no es un foco actualmente, o si podría llegar a serlo. Porque muchas veces sucede que los colaboradores aún no están preparados para comprender ese foco, o que no sea el momento en base a la escucha previa realizada. Entonces, tal vez convenga salir a comunicar otro tema previo que permita “preparar la cancha” para salir a comunicar luego, tal vez al año siguiente, el foco que se quería emitir originalmente.